Entrevista al editor Pablo Álvarez sobre "Idéntico a mi verso", editado por Ekaré Sur
*Nota: Para la presente
transcripción se han omitido los fragmentos con interferencias por conexión en
el Live original de Instagram.
De izquierda a derecha: María
Fernanda Rincón, Annabel Petit, Pablo Álvarez y María Beatriz Medina
María
Beatriz Medina
(Directora Ejecutiva del Banco del Libro): Bueno, estamos aprovechando de
hablar en esta segunda edición de Detrás de los Libros que es una manera de
ahondar sobre el proceso de Los Mejores de este año.
En esta oportunidad con las
integrantes del Comité de Evaluación. Annabel Petit, que es Licenciada en
Letras por la Universidad Central [de Venezuela], editora, que nos ha
acompañado durante mucho tiempo en el Comité. María Fernanda [Rincón] es
tesista de la Universidad Central y es nuestra Coordinadora del Comité de
Libros. Y Pablo Álvarez, de Ekaré Sur, es Licenciado en Letras Hispánicas por
la Pontificia Universidad Católica de Chile, donde también cursó el Diplomado
en teoría y crítica de cine. Por supuesto es editor en Ediciones Ekaré y él va
ser un elemento fundamental para ver qué hay detrás de los libros en esta
edición que estamos dialogando.
Así que los dejo entonces con ellos,
con los jóvenes, que son los que van a llevar adelante esto.
Pablo
Álvarez (Editor en
Ekaré Sur): Muchas gracias, María Beatriz. Qué gusto verte además.
María
Beatriz Medina:
Igual, igual, Pablo.
(…)
De izquierda a derecha: María Fernanda
Rincón, Annabel Petit y Pablo Álvarez
Idéntico a mi verso. Antología
poética para jóvenes lectores.
Armando Uribe. Selección de: Verónica Uribe. Dibujos de: Pedro Uribe
Echeverría. Ediciones Ekaré Sur. Santiago de Chile, 2020
Portada de Idéntico a mi verso, uno
de los títulos Ganadores en la categoría Juvenil, Originales, de Los Mejores
2021
[María Fernanda Rincón –miembro del Jurado Juvenil Los Mejores 2021-:
Como editor, ¿por qué orientar para los
jóvenes lectores esta antología?]
Pablo
Álvarez: Bueno,
estaba diciendo que les quería agradecer enormemente la invitación. También a
ustedes por el reconocimiento al libro. Este agradecimiento viene de parte de
todo el equipo, de todas las personas detrás de Ekaré Sur. Somos siete personas
que estamos trabajando ahí diariamente y especialmente envío los saludos de
Verónica Uribe, de Claudia Larraguibel, Iván Larraguibel, que están tan
dichosos con este reconocimiento a Idéntico
a mi verso, que ya hablaremos de esos temas más familiares quizás del libro,
pero voy a referir a tu primera pregunta, que era por qué seleccionar u
orientar esta antología a jóvenes lectores.
Y lo primero que se me viene a la
cabeza cuando tú me haces esa pregunta es pensar en la figura de Armando Uribe,
o don Armando, como se le llamaba. Armando Uribe, era un joven por dentro. Era
su espíritu, siempre fue el espíritu de una persona rebelde. La ferocidad con
la que él escribía, argumentaba y discutía, su ferocidad intelectual, su
rebeldía intelectual, yo creo que estuvo presente en toda su obra, desde su
primer libro, El transeúnte pálido,
hasta el último libro que él escribió, hasta el último poema que quizás
escribió.
Esa juventud que irradiaba en su
escritura y en su pensamiento, en su manera de discutir, en su manera de argumentar
hizo que nosotros quisiéramos orientar también esta antología a los jóvenes,
porque él irradiaba esa rebeldía. En una entrevista que le hacen a Armando
Uribe él trata de explicar por qué es rabioso y eso me gusta mucho. Dice que está
muy influido por las corrientes psicoanalíticas y por el estudio del
inconsciente. Dice que el ser humano es rabioso desde el nacimiento. Desde que
nace es rabioso porque, inconscientemente, se da cuenta que es un ser
imperfecto, porque tiene limitaciones y porque no puede alcanzar lo que quiere.
Y me pareció muy bonito pensar que él siempre consideró que desde su nacimiento
fue una persona rabiosa y lo hace con una gracia, además, que lo podemos ver en
su poesía. ¿Sí, Annabel?
Annabel
Petit (miembro del Jurado
Juvenil Los Mejores 2021): Hola, mucho gusto. Muy feliz de verte, y este libro
ha sido fascinante para, bueno, para todo el Comité. Yo hoy acabo de llegar al
Banco feliz porque esa entrevista la he estado viendo toda la mañana. Es la de
“La belleza de pensar” [programa de televisión conducido por Cristian Warnken,
episodio del 2002]. Qué figura. Y tan necesarios que son los intelectuales hoy
día, porque esas voces, sobre todo esas personas que han tenido una función
social, política, diplomática en su caso (…). Estuvo también atravesado por la
escritura, (…) las circunstancias, y sin embargo retratándolo con ironía, con
humor… He tenido que leer cosas sobre Armando Uribe y un verso que me gustó:
“Odio lo que odio rabio como rabio”. Y con todo eso, de que, claro, desde que
el niño es bebé, la primera rabia es la relación con la madre. Entonces es
fascinante que la mencionaras porque genio y figura, ¿no?
Pablo
Álvarez: Sí. Creo
que es inevitable no mencionar esa rabia de Armando Uribe que lo caracterizó
como personaje público también. Él fue, si pensamos en la figura de Armando
Uribe en el panorama cultural, intelectual y político chileno, fue uno de los
últimos, yo diría, animadores culturales y de la discusión política,
intelectual, de una generación de muchos escritores brillantes. Armando Uribe,
él decidió recluirse en su departamento, casi como un ejercicio monástico, como
monje que se recluye del resto de la sociedad. Y dio de qué hablar, recibiendo
a gente, a poetas, a intelectuales en su casa, pero siempre con esa figura del
rabioso. En esa entrevista que tú mencionas, Warnken lo llama “El Espadachín” y
él se sorprende pero no tanto, porque él sabe que es como un espadachín y habla
del duelo, y extraña que se puedan batir a duelo. Justamente te iba a mostrar
ese dibujo, sí.
Dibujo de Pedro Uribe Echeverría. Idéntico a mi verso. Ediciones Ekaré Sur
Annabel
Petit: Bueno, justo
la pregunta que había hecho Mafer, que leí en una de las entrevistas o
semblanzas que hubo, que recibía sobre todo a jóvenes, no tenía buena relación
con los periodistas, mas sí siempre estuvo abierto a recibir a poetas jóvenes.
Rafael [Rubio] también escribe algo y dice al respecto sobre una visita que le
hace. Muy entrañable figura, ciertamente, y el libro, una belleza.
Pablo
Álvarez: Nosotros
en Ekaré Sur hemos trabajado el poeta Rafael Rubio, nieto de un gran amigo de
Armando Uribe, Armando Rubio, y Rafael cuenta con mucho cariño cómo es que Armando Uribe recibía a los poetas en su
casa con tanta generosidad. Él podía discutir, podía, con la manera que tenía
de responder, tan, tan iracundo, o también espontáneamente. Tiene como la
respuesta siempre en la punta de la lengua. Y Rafael, fue muy entretenido
pedirle a Rafael ese texto que tú mencionas, porque Rafael tenía muy vivo cómo
Armando Uribe fue un maestro también para él, en esas visitas. No solo a través
de la lectura, de la poesía de Armando Uribe, sino a través de esas
conversaciones, porque él creía mucho en la poesía y en los poetas, pese a que
los podía tildar de distintas maneras, pero bueno, era parte como de su figura
también, de su personaje. Una muy bonita relación que estableció con los poetas
jóvenes, sobre todo.
María
Fernanda Rincón:
Sabes que esa relación del poeta con los jóvenes, invitándolos a la casa, (…)
recuerda (…) a Antonia Palacios, una de nuestras escritoras venezolanas, que recibía
(…) a talleristas, intelectuales, y eso nutría parte de sus escritos y de los
que iban a sus talleres en Calicanto, se llamaba el taller de ella (…) lo daba
en su casa.
Annabel
Petit: Esta
asiduidad con que escritores jóvenes, jóvenes poetas, se acercaban a Armando
Uribe y él ciertamente siendo abierto a ellos, ¿qué poetas podrías decir tú que
tienen esa línea? Nos estás diciendo, Rafael Rubio es uno de ellos, ¿pero qué
otros poetas podríamos buscar que tuvieran esa voz? Es muy particular la voz de
Armando Uribe porque yo la siento que tiene que ver con el hombre de ideas y
como que sin muchos tapujos, colocándose ante lo humano. Con sus propias
complejidades dichas desde la palabra poética, pero un poco se siente esa
lucha. A lo mejor también es por eso la figura del espadachín, porque en verdad
es un hombre complejo y su complejidad se siente.
¿Qué
otros poetas, así como Rubio, pueden estar influenciados, que podríamos buscar
hoy en día o hay una línea de poetas como él de repente, de poetas más jóvenes,
que tengan esa formación con el poeta Armando Uribe?
Pablo
Álvarez: Yo creo
que es imposible negar la influencia de Armando Uribe en la poesía y en la
escritura chilena, pero también era un poco único en su especie. Es un tipo de
escritura que no es común en la poesía chilena. Estábamos acostumbrados a esa
poesía de Pablo Neruda, o una poesía un poco más intelectual…
Annabel
Petit: Más
surrealista.
Pablo
Álvarez: Claro. Esa
influencia surrealista de la escritura automática, del inconsciente, que tenía
Armando Uribe. Y por otro lado, de los epigramas. Una cosa super clásica,
latina. Como cultor de la palabra no es tan frecuente en la poesía chilena que
veíamos de generaciones de poetas que ensombrecieron a muchísimos otros poetas.
Ya mencioné a Pablo Neruda, Gabriela Mistral, Vicente Huidobro, Enrique Lihn.
Chile es famoso por sus poetas. Sin embargo, yo creo que esta escritura de
Armando Uribe sin duda que influenció generaciones posteriores, de jóvenes,
entre ellos, ya no tan joven, pero está Mauricio Redolés, que tenía una gran
relación, o admiración por el poeta
Armando Uribe. Podría mencionar a Claudio Bertoni, quizá. No necesariamente son
como admiradores confesos. Mauricio Redolés sí (…). El mismo Rafael Rubio, y
también hay detractores. Pienso también es bonito porque se están leyendo. Está
Leonardo Sanhueza. Hay otros poetas importantes, de nuevas camadas chilenas que
se están leyendo entre sí.
Annabel
Petit: Buenísimo,
gracias.
María
Fernanda Rincón:
Gracias por compartirnos ese panorama del siglo XX también, Pablo. Para
nuestros espectadores por si acaso no saben, Armando Uribe fue un importante
diplomático y poeta, reconocido sobre todo en lo que se llama la Generación del
50 de Chile (…) que estamos revisando en la edición que se hizo para esta
antología de Ekaré Sur.
Annabel
Petit: Esta es una
lectura que tiene un encuentro muy importante para nosotras. Lo que nos gustó
mucho es que confluya tanto el poeta como con su hijo en la ilustración. Como
lectores fascina porque es no solamente el viaje entre familia, el legado
familiar, sino también el que haya una aproximación tan valiosa para el artista, en este caso, el hijo, de ilustrar
los poemas de su papá, pero, a la vez, ¿cómo
fue para ustedes ese proyecto, ese proceso editorial, cómo iban encontrando
pistas para poder hacer, para construir esta obra? Eso me parece que es
encantador y se siente en el amor y el cuidado con que está hecha la edición. Eso
nos capturó desde el primer momento.
Pablo
Álvarez: Sí, muchas
gracias por la pregunta. Pero este libro tiene una historia curiosa porque tengo
que hablar un poco de cómo se le ocurrió a Verónica Uribe la idea (…) de hacer
esta antología, pensando en un tipo de poesía de Armando Uribe, juvenil,
rabiosa, que tuviera ese impulso que estábamos hablando recién, esa pulsión de
escribir automáticamente o dominada también por sus teorías del inconsciente.
Pero esa selección, cuando tomó forma con los capítulos, cuando distribuimos
estos poemas en capítulo temático, Verónica había visto los dibujos de Pedro,
de Pedro Uribe. Él tiene una página web
donde se pueden ver algunos de sus dibujos, pero él hace esto de manera… sin
ninguna pretensión. Él es muy humilde con sus dibujos también, él no se
considera un artista en primer lugar y curiosamente todos los dibujos de este
libro no fueron ilustraciones hechas para los poemas.
Son más bien dibujos que
seleccionaron entre miles, pero miles, que tiene Pedro Uribe y que lo compartió
generosamente a Iván y Verónica –a Iván Larraguibel, Director y Diseñador,
experto y señor de este libro- compartió su archivo para a través de esos miles
de dibujos, poder ir seleccionando uno a uno, el dibujo que mejor acompañara
cada poema. Y eso fue un trabajo muy entretenido, que nos tomó mucho tiempo. Nosotros
pensamos que iba a ser un libro sencillo porque ya está toda la poesía de
Armando Uribe, pero no, nunca fue sencillo, y esa selección, esa curaduría y
esa sensibilidad que finalmente fuimos viendo, tanto en la poesía de Armando
Uribe, como en los dibujos de Pedro Uribe, nos dimos cuenta que de alguna
manera dialogaban. No conscientemente. Pedro nunca dibujó… de hecho encontraba
que era una falta de respeto hacia su padre, que aparecieran sus dibujos en el
libro, pero se convenció finalmente de que pudiéramos integrarlo, y creo que el
resultado es precioso.


Dibujos de Pedro Uribe Echeverría. Idéntico a mi verso. Ediciones Ekaré Sur
Este es uno de los dibujos que más
me gusta y eso fue otra cosa que se discutió mucho, y fue la técnica que cada
capítulo iba a integrar. O sea, tenemos plumilla, tenemos creyón, tenemos
muchas líneas, tenemos líneas más simples. Entonces hay una curaduría también
por capítulo, y eso también tomó mucho tiempo ir seleccionándolo.
Annabel
Petit: Ese capítulo
es el de Caminar. Precioso ¿no?
Pablo
Álvarez: Sí, yo lo
tengo seleccionado como uno de mis poemas favoritos.
Annabel
Petit: También
bellísimo. Nos gustó mucho toda esa parte, como mencionaba, el legado familiar,
el transcurso que hay en cómo descubrir esa casa. También, la mamá de Pedro, la
esposa de don Armando, era artista, Cecilia Echeverría, entonces me pareció muy
conmovedor (…). Me da mucha curiosidad en él como ilustrador [Pedro Uribe] lo
que descubrió también haciendo, produciendo este libro, porque, si bien ya las
ilustraciones estaban y las ensamblaron en el libro también hay algo que es
como el misterio familiar. Cómo inconscientemente todo se va dando para unirse y trascender en una obra que tenemos
gracias a Ekaré Sur.
Pablo
Álvarez: Muchas
gracias.
Annabel
Petit: Pablo, aquí
preguntan algo, nuestra querida Sashenka García, miembro del Comité, muy
querida. Pregunta esta investigadora: se vieron muchísimas ediciones de libros
de poesía en esta edición de Los Mejores. ¿Cómo
crees, también ustedes han estado publicando más poesía, cómo ves, por qué
sientes tú que hay mayor interés en la publicación de poesía?
Pablo
Álvarez: Bueno, la
poesía es vital, ¿no? Es como una necesidad que tenemos de explorar el
lenguaje, de adquirir el lenguaje y de manifestarlo, de expresarlo de alguna
forma artística y yo creo que la poesía es fundamental, tanto en la temprana
edad, como el resto de nuestra vida. Entonces, sí, a mí también me sorprende
cómo (…) se ha estado publicando más poesía, aparecen más publicaciones. Este
año, la edición de la Feria de Boloña dedicó el Premio especial a Poesía, que
lo obtuvo Cajita de fósforos
(Ediciones Ekaré, 2020). Y me parece que se están sofisticando también las
publicaciones.
Para mí la literatura infantil está
intrínsecamente ligada a la poesía. Grandes poetas son muy buenos escritores de
libros para niños. A mí me encanta lo que hace María José Ferrada en sus libros
para niños y niñas, y su oficio es poético. Ella, claro, puede escribir una
narración, pero lo hace con una calidad poética que está dada por su formación
y por su oficio de poeta. Lo mismo que nosotros estamos trabajando últimamente
con Rafael Rubio. El poeta nos puede escribir una historia narrativa, pero a
través de una forma poética. Entonces, para mí están íntimamente ligados. Y los
jóvenes... bueno, la poesía es fundamental. Un joven que no sufre con un buen
poema, creo que no se puede llamar lector todavía.
María
Fernanda Rincón:
Hablando del estilo poético y cómo atañe también a los lectores, (…) lo sobrio
se transmite con un toque moderno, fresco, en la selección de poemas y en las
correspondencias con las ilustraciones, pero también por el diseño impecable de
Iván Larraguibel para el libro. ¿Fue
difícil hallar ese balance durante el proceso de edición que hicieron Verónica
Uribe y tú?
Pablo
Álvarez: Complejísimo.
Fue muy entretenido este libro. Lo pasamos muy bien, como también tuvimos
larguísimas discusiones. Porque con Verónica siempre vimos un libro de poesía,
y queríamos que fuera un libro de poesía. Porque Armando Uribe es un gran poeta
y queríamos hacerle justicia a eso. Lamentablemente no alcanzó a ver el libro,
alcanzó a ver la selección, a hacer correcciones, no alcanzó a ver el libro
terminado. Pero este libro tenemos, yo tengo contabilizado, si veo todos los
registros de las maquetas que hicimos, todos los avances que el libro tuvo (…)
tengo 48 versiones distintas del libro y esas 48 versiones no eran solo un
cambio, que hicimos algún cambio de poema o hicimos alguna corrección, no. Hay
cambio de estilo, cambio de diseño, propuestas de diseño que iban variando,
porque aquí está lo entretenido.
Nosotros con Verónica veíamos que
esto era un libro de poesía y queríamos seguir esa tradición del libro de
poesía: la tapa rústica, un libro amable, liviano, que se pueda leer, no un
libro que uno no puede tomar con las manos porque la poesía es ese encuentro
íntimo también con la palabra, para Iván [Larraguibel] también, y esto es lo
entretenido de trabajar en una editorial con un director de arte donde se
pueden tener este tipo de discusiones. Iván decía: “Esto tampoco es un libro de
poesía. Viene de algo más, de algo distinto.” Y eso es porque está Pedro Uribe,
porque están sus dibujos, porque el diseño también está hablando en este libro
en tonos verdes de su presentación. Con el canto rojo, como si fuera una
cajita, ¿no? Casi como un cofre que esconde la palabra. O las solapas, que
tienen unos dibujos. Entonces sí, fue una negociación, una negociación de mucho
tiempo.
Este libro fue tapa dura en un
momento, tuvo troqueles… tenía colores turquesa… Hasta que fuimos llegando al
balance que consideramos justo y final. La portada era completamente distinta,
y algo que me encanta que pudimos incluir fueron estos textos que don Armando
escribió cuando revisó la selección. Porque son tan justos, tan precisos, en
momentos exactos del libro, como la misma dedicatoria, La carta para jóvenes, a
jóvenes lectores. Y todo eso habla también cuál fue el cuidado que tuvo todo (…)
y la aprobación de don Armando que leyó la selección con su lupa, le hacía
estas anotaciones a mano.
Annabel
Petit: Me dio mucha
curiosidad preguntar qué quiere decir, porque a mí me llamó la atención la
dedicatoria. Lo estaba viendo antes de venir para acá. ¿Qué quiere decir “lesera”?
Pablo
Álvarez: Ah, “lesera”.
“Quisiera que esto fuera poesía y no lesera”. “Lesera” quiere decir que no sea
algo insignificante o algo tonto. Una lesera es una manera también de decir
también “tontera” en chileno. Él no quiere que fuera algo banal. Y él siempre
estaba discutiendo con eso, así que sí, eso es “lesera”.
Annabel
Petit: El encanto
que tienen también estas figuras. Confieso que no conocía del poeta antes de
tener este libro en el Comité y de verdad reconocerlo. Es el valor muy grande y
el orgullo que tiene una editorial. Es como el alimento de una editorial saber
que estás contribuyendo a que haya una
dimensión de un autor que vaya a fecundar nuevos autores de alguna manera. Como
que de algún modo sientes que se va a alimentar esa línea (…). Porque de
verdad, el libro tan bello, realmente los felicitamos. Se nota el cuidado, se
nota el cariño y además de esta figura que es entrañable, es así, verlo. Y
entrañable por su complejidad porque en verdad es rabioso pero también es
irónico, es tierno también. Una persona que al ser poeta y vivir la vida y las
cosas que vivió también seguro tenía un gran amor en sí mismo. Creo que esa
semblanza de Rafael Rubio lo menciona, como el humor y el amor, tal vez, no sé
si es de justamente ese o de otro que leí, porque de verdad me quedé tan
fascinada averiguando sobre el autor.
María
Fernanda Rincón: Y
además notamos que es la voz poética humilde. Hace rato nos estabas hablando de
la humildad de Pedro Uribe Echeverría al permitir que escogieran de sus
archivos y no había una pretensión de que fuesen directamente para el libro de
su papá, que lo respetaba mucho, su obra, pero en la voz poética de Armando hay
mucha humildad, y esa fue otra de las razones por las que lo escogimos como
ganador de los Juveniles, porque es fácil conectar con él. No importa si tienes
12, 15, 30, 40 o más años, llega a una dimensión psicológica que está en todos.
Estaba hablando en estos días con Annabel sobre el eco que hay en este poeta
con [Friedrich] Schiller, con Charles Baudelaire, por este ahondar en la
soledad, en analizar y a la vez dejarse llevar por la multitud y dar al lector
una mirada aguda, también pesimista.
Pablo
Álvarez: Exacto, la
del observador. Sí, y esa mirada de quien observa y quien ve el mundo desde un
punto de vista muy claro también. Lo que tú dices yo creo que está claramente
en este, en sus primeros poemas, más juveniles, de estos que describen fiesta,
cierto, cómo la gente está: “Un pie se mueve / otros pies se mueven; / el baile
está en su esplendor; / yo miro bailar”. Él siempre está observando: “Cómo se
regocijan los fatuos; / los graves cómo caminan. / Y los burlones como yo /
cómo se aburren de pie”. Él no participa de esa fiesta pero siempre está ahí,
mirando el espectáculo de la vida.
Y como ustedes decían, esa cosa
tierna y desgarrada que tiene. Yo creo que hay mucho dolor en su poesía.
Quisiera leerles uno que me gusta mucho y que está en el capítulo Doler: “Jirones
de mi corazón / cuelgan como banderas a media asta, / el luto está en mi
corazón / desgarrado, batiendo se desgasta / contra las vértebras, ¿qué digo? /
ella no está conmigo.” Y el uso de la métrica, de la rima, no de una métrica
formal, sino que tenemos estas pequeñas formalidades también en su poesía, que
no todo es tan automático, ni libre. Es cuidadoso con su escritura tan
reducida.
Annabel
Petit: A mí me
llamó muchísimo la atención de su biografía, [que] él estuvo, participó de una
izquierda, con una visión religiosa, una izquierda cristiana. Y (…) se siente
sin ser algo que tenga que ver con… nunca te quiere como convencer. Él habla
como de un diálogo. De hecho, hubo un verso que yo anoté, que me pareció de una
belleza, como de una humildad esencial de un creyente: “Tú eres el Dios que se
te ocurre ser”. Me pareció como tan: “Bueno, es creyente y es poeta, y lo
expresa de esa forma”. Me gustó mucho eso también de él.
Pablo
Álvarez: Sí, eso es
muy bonito porque en la tradición poética chilena de los grandes poetas tenemos
esos pequeños dioses. Vicente Huidobro decía en su Arte poética, el poeta es el pequeño Dios que crea a través de la
palabra realmente. Y él no [Armando Uribe], él sabe su condición de ser humano
en el mundo y que en algún momento viene la muerte y él tiene que estar
preparado para la muerte. Entonces toda su poesía está atravesada por esa
humildad frente a algo más grande que él, que es la muerte y que está desde el
momento de nacer. Es la única certeza para él, entonces yo creo que también (…)
es parte de su humildad como escritor, como poeta, y lo diferencia de esa otra
generación de poetas chilenos que eran los pequeños dioses.
María
Fernanda Rincón: Está
esa consciencia de lo que implica ser humano, con las debilidades, con toda la
complejidad y creo que para una nueva generación esto le va a hacer mucho eco.
Y de hecho, sospechamos que podrían compartirlo también con sus hijos, con sus
nietos tranquilamente, porque es una voz que se mantiene. No importa que sea
del siglo XX, haya empezado a publicar en 1954 hasta el 2016, se mantiene este
poeta, como un clásico latinoamericano.
Annabel
Petit: Y el acierto
de valorarlo (…). Por lo menos, nosotros no teníamos tanto conocimiento de este
poeta. Que llegue un libro tan limpio, moderno, con toda esa presentación que
has descrito, definitivamente es un gran libro editado.
Pablo
Álvarez: Muchas
gracias.
Annabel
Petit: (…) Bueno, si hubiera algo anecdótico. Imagino que
para el momento de la hechura del libro no era tan fácil hablar con él, salvo
lo que ya más o menos dijiste, pero si hubiera algo que pudieras compartir,
sería buenísimo.
Pablo
Álvarez: Los últimos años de vida, don Armando no recibía mucha gente porque, si
bien él se recluyó tempranamente, creo que en los 2000 fue cuando él decidió no
salir nunca más de su departamento. Él vivía frente a un parque muy tradicional
chileno, Parque Forestal, uno de los parques más antiguos de Santiago, creo que
el segundo más antiguo. En un departamento de dos pisos, y era conocido porque
a veces pasaba un vagabundo, una persona de la calle que le gritaba: “¡Don
Armando, don Armando!” Y él aparecía y le tiraba cosas. Le tiraba monedas a
veces, le tiraba comida, tiraba libros, le compartía cosas y tenía una relación
por la ventana con esta persona.
Entonces a veces uno podía verlo, cómo
podía verlo que se asomaba. Y si bien él pasó los últimos años encerrado, ya a
lo último, yo diría, dos, tres años de su vida, cuando su salud fue mucho más
delicada, estuvo postrado en una cama, entonces ya no podía moverse mucho, pero
siempre siguió leyendo y escribiendo. Y fue el último año que recibió a
Verónica, con la selección de los poemas y como ya les dije, él cuando recibía
visita, en esta caso Verónica que es su prima, él le decía que se sentara a los
pies de la cama. Entonces se sentaba a los pies, Verónica le pasa los textos
seleccionados, él toma su lupa y empieza a leer poema por poema y le va
comentando: “Oh, muy buena selección. Uy, no sabía que yo había escrito esto”.
Como que había poemas de los que no se acordaba y se sorprendía, y empezó a
hacer correcciones a mano, que nosotros lo incluimos acá, está corregido por su
mano, además de estas anotaciones que incluimos en el libro y él alcanzó a ver
una versión del libro.
Iván le alcanzó a mostrar una
versión de la maqueta con ilustraciones, con dibujos de Pedro, y eso lo puso
muy contento. Él estaba muy feliz que su hijo haya podido aceptar también
participar en este libro y el resultado le pareció muy bueno. Él era muy
crítico con sus libros, con todo. Él era crítico con todo. Pero fue una
tranquilidad para nosotros y una alegría que él haya aceptado esto y se hubiera
mostrado entusiasmado con lo que estábamos haciendo.
Annabel
Petit: Dicen,
comentan muchas cosas [durante el Live de Instagram]: “Qué bellas historias”.
Nos habla Ana Lucía, desde España. Sashenka, sobre la relación por la ventana. Bueno,
son las historias muy lindas. Estaba pensando en el título, en el “Idéntico a
mi verso”, que creo que es como la gran ilusión, encontrar a señores así, tan
grandes. Qué bello legado de verdad. Y qué fortuna llegar a culminar ese
proceso y que él lo haya visto también. Estábamos aquí comentando que también
para Verónica haberlo vivido, estando allá… Es como todo proverbial. Tenía que
decirlo.
Pablo
Álvarez: ¡Proverbial!
Bueno, muy Armando Uribe.
María
Fernanda Rincón: Sí,
sientes desde la primera página del libro con cuánta dedicación hicieron todo.
Desde la selección, las ilustraciones, la edición también, y la bibliografía
rigurosa. Además, compartir, al final del libro, el proceso, o al menos parte
del proceso de edición. Creo que como archivo también es muy valioso.
Y… Pablo, para que vayamos cerrando,
nuestra última pregunta es: ¿entre los
planes de Ediciones Ekaré Sur está continuar esta línea editorial de antologías
poéticas para jóvenes lectores?
Pablo
Álvarez: Bueno… sí,
tenemos tantos planes, pero hacemos tan poquitos libros. Siempre tenemos tantas
ideas y yo en mi carpeta tengo, en este momento, 30 carpetas con libros que
están en proceso, que fueron idea en algún momento y se quedaron esperando su
momento. Y no es que vamos a hacer 30 libros en uno o dos años más, quizá
alguno nunca salga. Pero con Verónica seguimos entusiasmados con esto. Nos
gusta, ambos coincidimos que nos gusta mucho la poesía.
Nos gusta mucho la poesía de Jorge
Teillier, por ejemplo. También revisamos algo de Enrique Lihn, pero… tenemos
que dar con ese tono juvenil que estamos buscando. Lo de Jorge Teillier es
bellísimo, su poesía. Oscar Hahn también, poeta más… aún está vivo. Rosabetty
Muñoz. Hay poetas jóvenes también que son muy interesantes (…). Daniela Catrileo.
Estamos leyendo bastante poesía constantemente. Entonces sí, están los planes,
pero no puedo asegurar si va a salir alguno prontamente.
María
Fernanda Rincón: Ok.
Pero nos da bastante tranquilidad y alegría saber que está entre los planes,
porque en este lo hicieron excelente.
Pablo
Álvarez: Muchas
gracias.
Annabel
Petit: También Cajita [de fósforos] es un libro que queremos mucho.
Pablo
Álvarez: ¡Ah! Esta
es una edición de Diez pájaros en mi
ventana (Ediciones Ekaré Sur, 2016)… otro libro de poesía, solo que esta es
una edición que hicimos a mano. Hicimos solo 30 ejemplares, encuadernados a
mano (…). Es bellísima esta edición mínima, nomastísimo. Yo tengo el número
doce. Pero sí tenemos. Vocación poética tenemos.
Annabel
Petit: Bellísimo y
lo estamos recibiendo, esperando, y listos para recibirlo con mucho cariño y se
siente (…) la proximidad también en Ekaré Sur, por supuesto. Con un trabajo tan
bello y tan inspirador estamos muy agradecidos.
Pablo
Álvarez: Muchas
gracias.
María
Fernanda Rincón:
Muchas gracias, Pablo, por haber asistido.
Pablo
Álvarez: No sé si
les puedo leer el último poema… que no me quisiera despedir sin leer mi poema
favorito de la antología.
María
Fernanda Rincón: Con
mucho gusto.
Annabel
Petit: Adelante. Yo
te iba a decir eso, porque no me atrevía a leer yo. Yo pensé: “que lea él por
el acento” porque es muy importante.
Pablo
Álvarez: Él, Armando Uribe tenía una voz muy profunda que no tengo y él además tenía
unos énfasis especiales cuando leía. Él se fijaba en algunas palabras: “¡Habráse
visto!” También las conjugaciones verbales que usaba, así que yo no le hago
mucha justicia, pero como estoy cerca del libro, quisiera leer el que más me
gusta. (…) Como en la poesía uno puede empezar donde quiera, les voy a leer el
último, porque creo que es un descanso, una invitación a leer poesía y dice:
“Deja por fin tranquila a la mano derecha / y deja de escribir fingida poesía /
y echa / tu cuerpo a la derecha de la cama / y ama / por fin la verdadera
poesía”. Es ese descanso que el poeta necesitaba, luchando y esperando la
muerte. Ese mismo, ese dibujo que además me encanta. Eso quería, quería
compartirles.
Dibujo de Pedro Uribe Echeverría. Idéntico a mi verso. Ediciones Ekaré Sur
Annabel
Petit: Muchas
gracias.
María
Fernanda Rincón:
Bueno, cerraste con broche de oro. Ese es uno de nuestros poemas favoritos.
Pablo
Álvarez: ¡Ah,
buenísimo que les conté!
María
Fernanda Rincón: Y
además con el acento chileno, entonces nos sentimos más cerca de la época en la
que se escribió.
Annabel
Petit: No
quisiéramos despedirnos, pero hay que despedir. Y también por el cambio de hora
para ti.
Pablo
Álvarez: Bueno,
todavía está claro, así que…
María
Fernanda Rincón:
¡Cierto! Estás en Gran Bretaña, ¿no?
Pablo
Álvarez: Sí, estoy.
Aquí está oscureciendo a las 10 de la noche, como estamos más cerca del polo.
Estoy en una ciudad pequeñita al norte de Inglaterra.
María
Fernanda Rincón:
Que tengas una muy feliz estadía, Pablo, allá.
Pablo
Álvarez: Ustedes
también y bueno reiterarles mi agradecimiento, tanto por el reconocimiento al
libro, ¡que nos puso muy felices!, como por esta invitación. Y extenderles los
saludos de todo el equipo de Ekaré Sur, así que muchas gracias.
Annabel
Petit: Muchas
gracias a ti, gracias a ustedes. Y a don Armando y a Pedro [Uribe Echeverría] que hicieron este
libro tan bonito…
María
Fernanda Rincón: Y
a Verónica [Uribe].
Annabel
Petit: Exacto, los
artífices del libro y el libro en sí, que es un gran regalo.
María
Fernanda Rincón: Y a Iván
Larraguibel por su gran diseño. ¡Y felicitaciones a ti también Pablo!
Pablo
Álvarez: ¡Gracias!
Aquí soy el editor nomás.
María
Fernanda Rincón: Vale.
Esperamos pronto volver a hablar todos juntos.
Pablo
Álvarez: Buenísimo,
encantado.
Annabel
Petit y María Fernanda Rincón:
¡Chao!
Transcripción y edición de contenido a cargo de María Fernanda Rincón